Por lo general, el muñón del cordón umbilical es de una a dos pulgadas de largo, según de dónde se cortó después del parto. Es un recordatorio de la zona que te unía a tu bebé en el útero.
Entre uno a tres días después del nacimiento, el muñón se achicará y pasará de un rosa brillante a un color negro. Este se caerá entre 10 días y 4 semanas después del nacimiento. Sin embargo, mientras esté ahí, se debe tener especial cuidado para evitar infecciones.
Cuando mudes a tu recién nacido, pon el pañal abajo del cordón para que este permanezca expuesto al aire (esto apurará el proceso de secado). Los pañales especiales se venden con un recorte para el cordón, pero poner un pañal regular debajo del cordón también funciona. Cada vez que cambies el pañal de tu recién nacido, sujeta con cuidado el cordón hacia arriba y limpia la base (donde se conecta con su cuerpo) con una bola de algodón estéril mojada con alcohol isopropílico. Esto no solo evita infecciones, sino que ayuda a acelerar el proceso de caída.
También es importante mantener la zona seca, así que baña solo con esponja a tu recién nacido hasta que el cordón se caiga. Asegúrate de evitar la zona umbilical. Y por último, si hay olor desagradable, secreciones o enrojecimiento en la zona del muñón umbilical, llama al médico de tu bebé para una evaluación más exhaustiva.
Cortamos el cordón, ¿por qué sigue ahí?
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